Es un libro muy original, de hecho, radicalmente original. Su propuesta es que la experiencia está compuesta de ‘momentos presentes’ de una duración típica de menos de diez segundos. Cada uno de estos momentos refleja no solo nuestro sentido de la estructura narrativa intencional del mundo de los acontecimientos, sino también la tendencia específica de nuestra especie a experimentar las cosas de una manera intersubjetiva. Como resultado, estas experiencias subjetivas fugaces y momentáneas son intrínsecamente compatibles con otros de nuestra especie humana. Este libro es una obra maestra del análisis fenomenológico y aún así, rico en evidencias empíricas de estudios neurofisiológicos y sobre el desarrollo. La extensión de Stern de estas nuevas ideas al psicoanálisis clínico es notable y convincente.
