Irene Dukes & Germán Morales
E: Dada tu vasta experiencia ¿De qué manera podría comprenderse el fenómeno del estallido social?
B: El estallido social me lo figuro como la acumulación de energías cuando las placas tectónicas tienen fricción y así se crean los terremotos, por ejemplo, la placa continental con la de Nazca, la típica que tenemos y nos afecta, entonces se va acumulando esa energía y de repente explota. Durante mucho tiempo -y particularmente durante el período de la dictadura y del retorno a la democracia esa acumulación de energía se fue dando principalmente por una práctica que se tomó en Chile con relación a la construcción de las ciudades, que yo creo que nos dañó mucho, y que fue uno de lo elementos que subterráneamente fue afectando más la vida cotidiana, me refiero a la construcción de los ghettos. Algo se hizo en dictadura, pero la gran mayoría se han hecho en democracia y se han construido los ghettos más grandes de latinoamérica. Yo no conozco en el mundo otros ghettos tan grandes, y menos aún construidos por el Estado, no invadidos por los ciudadanos que es algo distinto. Así es, el Estado los construye y el Estado lleva a las familias a vivir a estos lugares.
E: ¿Estas políticas de segregación social, han tenido graves consecuencias?
B: Claro, y eso fue acumulando allí una gran cantidad de adversidades para esas personas en comunas con muy pocos recursos, y donde al momento de la llegada de las personas no había servicios tampoco en el lugar. Además, la segregación residencial genera un daño a la cohesión social. Las explosiones ya habían ocurrido en los territorios de pobreza. De hecho, varias comisarías ya habían sido asaltadas, no quizás con la virulencia que después ocurrió en el estallido social, pero ya había ocurrido. También habían ido ocurriendo hechos que eran dolorosos, como la gran acumulación de maltrato hacia los niños en estos mismos lugares.
E: ¿Cuáles son las comunas que han sufrido más las consecuencias de estos ghettos?
B: La mayor cantidad de ghettos está en la comuna de Quilicura, Puente Alto, aunque donde el estallido social fue más fuerte, es en parte de Maipú, pero también en Renca y en La Pintana. Entonces, esa lógica después uno lo puede trasladar a otras ciudades como Concepción, con la gente de Michaihue, o lo que está al otro lado del río, San Pedro de la Paz. También uno lo puede trasladar a Antofagasta Todas estas, son nuevamente poblaciones de re-habitacion, grandes ghettos, y a esto se suma, que cuando tú tienes una gran segregación, y le sumas una alta desigualdad social, el cocktail ya es muy duro.
E: ¿Y cuáles serían las consecuencias a largo plazo de este cocktail de desigualdad y segregación?
B: La desigualdad tiene efectos en la salud. Los estudios longitudinales que se han hecho, principalmente por Wilkinson y Pickett, demuestran los efectos de la desigualdad en la salud mental y en los problemas sociales. Los efectos son para toda la sociedad, y no solo para la sociedad que vive excluida. De hecho, uno de los estudios más importantes de Estados Unidos, señala que en la medida que va aumentando la desigualdad en las últimas décadas, va habiendo un aumento del narcisismo. Entonces, la suma de segregación con desigualdad genera una brecha muy grande y en el caso de Chile, ello se suma a una gran segmentación educacional.
E: ¿Los problemas de infancia, educación y vulnerabilidad son extremadamente preocupantes, ha fracasado el Estado entonces en las estrategias de abordaje?
B: Si, hay un fracaso de la estrategia para la atención de niños y niñas, cuyas familias tienen dificultades. Hemos fracasado en esa estrategia, especialmente a la vuelta de la democracia, donde se prometió una gran reforma hace casi 3 décadas, hace 27 años.
Se prometió una reforma al SENAME4, y no se hizo, y continuamos con el mismo servicio, con los mismos recursos que hubo antes.
Es una locura cuando tú ya no tienes tantos niños con los mismos problemas económicos en el SENAME de ayer, sino que los problemas de hoy son de otro tipo. Hoy no son los problemas solo de tipo económico los centrales, donde se cargaba mucho en el pasado, con esta visión de los niños que habían sufrido por el abandono, y bastaba con oportunidades educacionales, alojamiento, y un acompañamiento y la gran mayoría de los niños salía adelante. Así los que van quedando, que son mucho menos, son los de mayor complejidad, y eso requiere, por supuesto, de una intervención muy distinta a la que hemos hecho tradicionalmente. Sumaste también algo, que yo creo que fue causando una alta tensión -en medio de la desigualdad- que mantuviste salarios muy bajos, con una oferta muy alta de bienes. Entonces, la insatisfacción ciudadana frente al no poder acceder a los bienes, fue creciendo, y como el bien se fue asociando a felicidad familiar, a estabilidad, a seguridad, se produjo esta carrera por el consumo. Esta ambición de status nos fue comiendo y generando grandes problemas de salud mental, y el estallido social, yo creo que, en parte, está vinculado más que nada a personas en situación de exclusión.
E: ¿Tiene alguna relación nuestro estallido social con las otras manifestaciones a nivel mundial?
B: Recapitulando, para mí la explosión social, se debe, principalmente a la construcción de ghettos y a la alta desigualdad de Chile. Yo creo que ahí está el núcleo, y se puede asemejar a la explosión del 2005 en París, no la de ahora de los chalecos amarillos franceses.
También se puede asemejar a la que ocurrió en Londres el 2010, que son explosiones sociales en que se destruyen los mismos territorios donde las personas viven y ellos destruyen sus propios bienes, sus propios servicios. En el caso de París los jóvenes quemaron sus propios autos, de sus padres o del vecindario donde vivían.
Las explosiones cuando la tensión social al no ser canalizada por las políticas públicas, y por una manera de enfrentar el desarrollo, por una cultura de la justicia, de la solidaridad más fuerte, al final conduce a la destrucción.
E: ¿Qué está pasando con la juventud en Chile?
B: En el caso de los jóvenes, que son los que se han mantenido con mayor virulencia en la calle, tú tienes una ausencia de política juvenil, infanto-juvenil en Chile. Aumentaste la cobertura escolar no tan intensamente, pero la aumentaste, pero todos los jóvenes que son expulsados del sistema, en la jerga profesional los llaman desertores. En realidad, un menor de edad expulsado del sistema no es un desertor, esa palabra la tenemos que cambiar. Los psicólogos debemos influir para que eso cambie, porque alguien no deserta del sistema, uno deserta de un ejército. No sé de qué otro lugar se deserta. Una persona que es menor de edad, en la oferta que se le está haciendo de parte del sistema educacional, esta no satisface lo que esa persona requiere, y entonces hay que cambiar la oferta educacional, hay que abrir un abanico distinto de oferta educacional, y el Estado ha sido casi inflexible con eso, durísimo.
Ahí se te queda un grupo muy grande de niños y jóvenes que varían entre 300.000 y 400.000, hombres y mujeres que no trabajan ni estudian, pero que están cuidando a otros, a hijos, a personas mayores, sobre todo en el caso de las mujeres. Dentro de estos jóvenes, han entrado con mucha fuerza las bandas narcotraficantes, justamente donde no había Estado, al menos organización del Estado chileno. Ahí tenemos poblaciones que son controladas por estas bandas narcotraficantes, que a pesar de que está la presencia de Carabineros, ellos no tienen mucho que hacer frente estas bandas. Ellas se presentan para las personas que están ahí, como los adultos que ofrecen una alternativa de identificación para esta ambición de estatus, sobre todo a los chiquillos y chiquillas que han quedado fuera del sistema escolar tempranamente, y ven que esas personas han alcanzado una buena calidad de vida desde el punto de vista material. Entonces muchos de esos niños, niñas, y jóvenes, entran en ese flujo de querer ser parte de esas bandas, y otros entran por supuesto en el flujo de la adicción para evadir un poco la realidad.
E: Dos preguntas: Mirando el tema de lo que tú estás hablando, acerca de que el Estado no está, y que las bandas narcotraficantes han ido tomando ese lugar, al mirarlo retrospectivamente como lo miras tú, ¿Ha cambiado el rol que las organizaciones tenían y tienen? En términos de experiencia personal, yo trabajé en la zona sur de Santiago en tiempos
de dictadura a mediados de los 80, y en ese tiempo todos los territorios eran liderados por las organizaciones sociales, y el ámbito delictual estaba supeditado a ellos. En la Legua era así, por ejemplo. A pesar de que existían los lanzas internacionales y eran objeto de admiración, y que en ese territorio, el Estado era precario, las organizaciones tenían un rol central. ¿Cómo fue sucediendo este traslape?
B: Es bien complejo comparar los tiempos, porque la principal adicción que podemos encontrar entre los 70 y los 80 estaba fuertemente vinculada a el alcohol o quizás la pasta base o agorex o neoprén. Entonces aquí hay una variable muy fuerte que es la droga, y la droga en Chile es barata. La cocaína es barata comparada con otros países, y tenemos el mayor productor al lado que es Perú, y que todos se quedan callados. El narcotráfico es un movilizador tan grande recursos económicos, que compra muchas voluntades, pervierte, compra a autoridades, compra a la policía. Al final compra también organizaciones, mantiene organizaciones en algunas partes del mundo, y me imagino que en Chile también ocurre. Me imagino que hay mucho dinero del narcotráfico que sostiene organizaciones comunitarias, deportivas o culturales, tal como ocurrió en otros países o en otros continentes. Entonces la calidad, la densidad o la cantidad de organizaciones, que estaban presentes en esos territorios, tenían como causa la lucha contra la dictadura y la ausencia del Estado. Ante el retorno de la democracia, teníamos un Estado muy frágil, y conformado por una Constitución y Parlamento que impide movilizarse y con muy poco presupuesto. Así con muy pocos ingresos, esos territorios siguieron abandonados, y no solo eso, sino que ante la presión de la existencia de muchos campamentos, se acelera una política habitacional vinculada al mercado. Esa vinculación con el mercado hace que tú termines construyendo lugares para los más pobres en lugares más pobres, en lugares más apartados y con el menor equipamiento posible. No es el que el mercado sea malo en sí; tú, el mercado puedes aplicarlo en algunas cosas y en otras no, y generalmente el mercado funciona cuando las personas tienen más o menos acceso igualitario en libertad, pero cuando tienes desigualdades muy altas el mercado privilegia a quienes tienen mayores conocimientos, mayores recursos. Ellos quieren que el mercado funcione porque ellos lo tienen cooptado y es parte de su estructura de poder. Entonces hacen uso de esa palabra mercado, pero cuando llegan tener una opción dominante la verdad, es que no creen en el libre mercado en verdad, sino que quieren controlar, y el control lo pueden hacer también a través de la corrupción. Hemos estudiado poco los efectos psicosociales que ha tenido el narcotráfico en las organizaciones, en las iglesias, en los gobiernos locales. Ese impacto de las drogas, al que fue sometido fuertemente la población, ha impactado a las personas de otros estratos sociales, que también giran en torno a esto. Hay que recordar que el consumo de esa droga es más o menos parejo en términos de sectores sociales, y por supuesto, los altos pagan más que los bajos, y en los bajos tu mantienes un grupo de personas adictas para que sean leales a ti, y que te puedan proteger.
E: ¿Crees que el narcotráfico ocupó el lugar de los referentes sociales?
B: Si, yo creo que cambió un poco el mapa del impacto organizacional, y la mayoría de las personas, que trabajaban organizaciones durante la dictadura, que eran financiadas por agencias de cooperación extranjeras, se fueron al gobierno. Así, muchos de esos centros cerraron, o duraron algunos años más. Hoy se ven poblaciones completamente abandonadas, con una densidad de 4-5 organizaciones que estaban trabajando en educación y a los 4-5 o 10 años, ya no queda ninguna. Eran proyectos que se quedaron sin financiamiento, no porque la gente no quiso trabajar, y algunos de los proyectos más senior se fueron a hacer parte de los del gobierno. Entonces esos hombres y mujeres dejaron el territorio, y entraron a una estructura estatal que había sido diseñada en la dictadura, y que tenía restricciones muy fuertes para vincularse más directamente con el territorio. Tú tuviste que inventar programas más flexibles de política pública, para poder llegar de nuevo al territorio, y creaste el FOSIS 5, pero el FOSIS lo creaste con grandes limitaciones de recursos y con una escasez de personal. También para poder llegar a esos territorios donde ya había un alto grado de abandono y las organizaciones sociales no estaban, la verdad, todo era muy limitado. Además, el abanico de necesidades que había en ese momento eran tan grandes, y estaba muy vinculado a las políticas del mercado. Piensen que la educación cívica recién lo retomamos hace 4 o 5 años atrás, en una discusión fuerte en la Comisión Engel 6. Pasamos 30- 40 años sin educación cívica en Chile, y preferíamos en muchos liceos y escuelas fueran financiados por bancos, y por el banco central, y preferíamos dar educación financiera y no cívica. La educación financiera puede ser parte de la educación cívica, pero nadie cambia por educación financiera, osea las personas se vuelven a endeudar, sacan tarjetas, compran bienes igual.
E: ¿Podríamos decir que entramos al territorio del mal no? Estas estructuras de poder se vuelven codiciosas, porque estamos tan co-optados, y la pregunta es –desde tu punto de vista- es algo intrínseco del ser humano o es por falta de vínculos amorosos? ¿Cómo lo has entendido tú?
B: Quizás la mejor explicación que he escuchado desde la sociología y psicología ha sido volver a retomar lo que Freud planteaba, en términos de la fuerte tensión entre libertad y seguridad, entre lo individual y lo colectivo. Esta tensión que toma después Bauman, en donde lo colectivo se empieza a fragilizar. Este aislamiento nos fue generando una fuerte ruptura de vínculo, y cuando tú vas rompiendo los vínculos con los otros, dejas de tener la experiencia del otro, y pierdes la riqueza de la experiencia del otro y al perder la experiencia de la riqueza del otro ya el otro deja de estar en ti. Esto ya lo han desarrollado varios filósofos y filósofas contemporáneas con dureza. Bauman lo desarrolló hasta hace unos años atrás, algo de esto había en la reflexión que hacía del psicoanálisis desde Erich Fromm particularmente en el libro tener o ser, donde yo creo que ahí hace un análisis muy crudo de esto. Algo de esto se vincula también con los movimientos sociales, lo dicen en su último libro Acemoglu y Robinson. Ellos hablan justamente de como la elite y los grupos de poder dejaron de trabajar lo colectivo con el resto de la ciudadanía, y miraron solo sus propios intereses. Así, los actos de corrupción, la corrupción, donde tú ganas mucho dinero y quieres ganar más, se va formando fuertemente la codicia y esto lo vinculan a la desigualdad, porque si tú ves el gráfico del punto de vista psicosocial, el gráfico del estudio de lo personal narcisista y lo cruzas con la curva de la desigualdad en Estados Unidos calza casi perfectamente. Tienes una sociedad más o menos igualitaria con bajo narcisismo y cuando la sociedad comienza a tener mayor desigualdad, es cuando se te dispara el narcisismo, como señala el último texto de Wilkinson & Picket, que fue publicado a principios del año pasado, cuando ellos ven el impacto de la desigualdad en la salud mental, y te muestran el gráfico que es espeluznante.
E: Bueno uno podría pensar que lo que ha ocurrido en la Plaza de la Dignidad tal vez apunta para el lado esperanzador, en el sentido de que, quizás le hace el contrapeso a esto como de los ghettos y la segregación, al encontrar un espacio en donde la gente puede sentir los vínculos y ver al otro como un igual, borrando o no centrándose en las diferencias.
¿Eso sería un impulso humano de búsqueda directamente desde lo colectivo?
B: Yo creo que desde el 18 de Octubre han ocurrido cosas fuertes en Chile, un impacto muy fuerte fue la discusión de los salarios, y en muchas empresas lo han discutido, y hay organizaciones en que ha algunos cargos ejecutivos le han bajado un 10% hasta 15% los salarios, y han subido un 20% los más bajos. Hay una gran discusión y sin negociación colectiva, se han tenido que sentar y decirse: Esto tenemos que pararlo de alguna manera, sino es una locura. Por ello, no podemos tener un salario que esté por debajo de la línea de la pobreza, que el sueldo que recibe no le alcanza para vivir. Yo creo que el salario ha sido una discusión muy fuerte, las pensiones también han sido una discusión muy fuerte, pero claro quedan temas culturales sumergidos, porque claro si ustedes recuerdan el texto de PNUD “Desiguales”, del 2017, donde dice que, si bien tenemos desigualdades como en la educación, en los salarios, en todo; la peor desigualdad, la que más nos golpea, es la del trato de cómo nos tratamos entre nosotros. El informe del PNUD muestra que el 40% de las personas dice sentirse discriminada o maltratada por su clase social, y el 41% de las mujeres por ser mujer. De esta manera, cuando tú identificas los grandes grupos que movilizaron estas protestas, son las personas que se sienten maltratadas y quienes son, mujeres y clases sociales pobres. Sin embargo, cuál es el gran problema cultural que hay detrás que no es de unos sino de todos, no es de los del barrio alto y los sectores populares, sino que desde lo macrosocial se te repite en lo micro social. Si tú bajas a una población tienes lo mismo que en lo macrosocial y microsocial porque es un problema cultural, y entonces no es un problema que yo acusé a unos u otros solamente, ya que no es no cierto como en la película los “Juegos del hambre” que damos vuelta la tortilla y se resuelve, porque las relaciones que se establecieron en la sociedad, como forma de vincularse han sido a través relaciones de desigualdad, y yo puedo reproducirlas en mi población.
E: ¿Pero en el contexto actual, sería teniendo un poquito más de poder desde el lugar de los excluidos?
B: Trato mal a los otros y me siento superior a los otros. Si tengo un poco de poder porque soy carabinero o trabajo en un centro de salud o trabajo en la municipalidad someto al otro, como en la frase que se dice que no hay peor capataz que el que viene de la misma población, porque al final esas relaciones se dieron en los fines de la república me imagino. Al final se han mantenido allí desde los inicios de nuestro país, si hasta Darwin explica un poco de esto cuando llega a Arauco, y habla de cómo eran tratados los inquilinos en el campo. Es tremenda esta historia, y yo digo que en este momento hay un cambio cultural, y la Plaza de la Dignidad es una gran expresión de ello. Como dice Stephan Hessell, que escribe el texto de los indignados, donde empapa en él, la indignación que hay en España y cual la causa de esa indignación, y termina el texto diciendo que hay que pasar de la indignación al compromiso. Después viene un texto que se llama “comprometeo”, que lo hace un periodista que lo ayuda a dar continuidad de lo último que señala, que en lo cultural cuando a ti te han construido individualmente por décadas, revertir eso es de alta complejidad y implica una toma de conciencia grande. Si tú vienes de pobreza, sales de la pobreza, no cierto, llegas a tu villa y tienes un terreno al lado, y hay un campamento que también quiere salir de la pobreza, compran el terreno, quieren construir la vivienda y tu no quieres que se vengan esos vecinos. Como fue el caso de la Comunidad Ecológica de Peñalolén, que rechazaron las viviendas sociales al lado de su comunidad.
E: Yo creo que sería importante que pudieras decirnos: ¿Cual es el rol que tu ves que tiene la psicología, la psiquiatría,los psicólogos, las psicólogas y de lo que conoces del ámbito del psicoanálisis relacional?: ¿Cual podría ser el aporte o el rol, o cual era la interpelación de la que nosotros deberíamos ocuparnos digamos en este contexto, no solo del estallido, sino una situación más global a nivel mundial? Que nos podrías decir a nosotros que nos ayude a pensar nuestro rol, nuestro conocimiento, para poder aportar, porque también nosotros somos parte de este tipo de funcionamiento.
B: Quizás lo primero es el abandono, el abandono de los sectores de pobreza, o sea, a finales de los 80 éramos muchos más los colegas que trabajábamos allí a los que lo hacen hoy día, y la precariedad del trabajo en los 80 era gigantesca, con bajos salarios, pero eso no puede ser un motivo, no puede ser una razón. Es un abandono, un abandono de los sectores populares, y lo pueden decir los mismos trabajadores del COSAM. Ellos podrían contar, y yo creo que ahí cuando abandonas un territorio y no tienes proximidad, tampoco tienes desarrollo profesional en el territorio y eso te hace ajeno a él.
Lo segundo, es el bajo desarrollo profesional en el territorio, y con bajo desarrollo profesional en el territorio puedes aportar poco a la política pública.
Y lo tercero, es aportar a la política pública, porque la política pública sigue replicando los ghettos, porque de las 70 mil viviendas que se van a hacer este año 2019, solo 25 mil van a ser de integración, cuando deberían ser las 70 mil de integración. Pensemos cuántos psicólogos trabajan en el Ministerio de Vivienda, por ejemplo, que colaboren en la construcción de la política urbanista de Chile, que afecta tanto la salud mental de las personas, tanto de los ricos como de los pobres, o sea afecta a la sociedad completa. Esto como hilo conductor, por el que yo he peleado mucho, es necesaria la excelencia, pues hay mucha mediocridad en el trabajo profesional, cuando no se vincula con profesionales en el territorio. Esa ambición por el conocimiento, esa ambición por las metodologías, esa ambición por involucrarse más, esa ambición por leer, por estudiar, estar más metido allí, es muy difícil. Ahí tú no tienes gente formada para eso, gente que se maneje bien con las leyes, la única comisión de las que me ha tocado participar, y que tuvimos una masa grande de psicólogas, fue la Comisión de Infancia organizada por la Presidenta Bachelet, y que de ahí salió Chile Crece Contigo7, salió la ampliación de cobertura de los jardines infantiles, pero en general tú no ves a los colegas trabajando en esto. Y bueno el psicoanálisis relacional podría aportar, yo creo que en el gran drama que empapa a la sociedad chilena, que es que hoy día vemos la incapacidad de relacionarnos dignamente. Y eso tú lo puedes trabajar dentro de la estructura escolar, lo puedes trabajar dentro de los barrios nuestros, de nuestras juntas de vecinos. Los cabildos son una demostración de que sí podemos vincularnos dignamente.
E: Antes de terminar, pensando en esa metáfora de la que tú hablabas de las placas tectónicas. De este nuevo ajusto o encaje: ¿Cuales dirías tú, que son los aspectos esperanzadores de que esto nuevo, pueda dejarnos en un equilibrio menos precario que el que teníamos?
B: Los jóvenes, lejos los jóvenes que vemos hoy día son la esperanza. Se ve en el trato que tienen entre ellos, donde la gran mayoría tiene un trato mas igualitario. A mí me ocurrió en Punta Arenas en un diálogo con obreros de la construcción, donde un obrero de 30 años, me dijo ya estamos avanzando en una nueva agenda social se va a hacer una nueva constitución, pero que me dices de mi, él me dijo, si ya estas cambiando, por como me miras tú a mí. Me dice tú eres igual a mi, a pesar de que tengas más plata, más estudios, pero eres igual a mi, y como miraría a tu padre si estuviese aqui, y dice: No, por ahí lo miraría como superior y ¿cómo te miraría tu abuelo? El no te miraría te miraría, avergonzado por no tener estudios. Entonces ese cambio es el gran cambio, y eso se refleja en algo que ya se venía anunciando, porque las movilizaciones comenzaron hace mucho tiempo. Imaginate las calles han estado con movilizaciones y la gente que dice: mira el desastre que quedó. Vimos un monton de tiempo de movilizaciones desde el 2008, y esto no ha parado en todos los años grupos distintos, mujeres, pobladores, muchos movimientos pequeños bloquean las calles en la mañana y con barricadas, o sea tienen bloqueada la calle con barricadas. La gente cree que esto nadie lo veía venir, pero varias veces ya había estado bloqueado Santa Rosa con Vespucio con barricadas. Bloquearon todo Santa Rosa por el proyecto que se hacía en La Platina y esto viene de meses. ¿Cual fue el cambio entonces?
Yo creo que fue sucediendo con los jóvenes en torno a esto vinculado a la pobreza, y es que la gran mayoría de los jovenes hoy día considera un cambio en las percepciones que tienen de acuerdo a las causas de la pobreza, que la pobreza es causada por la desigualdad social y la falta de oportunidades. Anteriormente la gran mayoría de las personas en chile pensaba que la pobreza era causada por la flojera, por los vicios, el 57% de las personas pensaba eso y eso ha ido en picada. Y cuando tú haces los cortes de edad, el 80% de los jóvenes piensa eso, y el 80% o 90% sabe el informe del PNUD8, la adhesión a participar políticamente aumentó un montón, pero no la de participar en los partidos. Ese es el informe que salió ayer o anteayer o tú cuando lo lees dices impresionante, porque superó el 50%, lo que es una locura. Yo creo que ahi hay una esperanza muy grande, y la segunda esperanza que yo creo es muy grande, yo creo que es la toma de conciencia de la profundidad de la desigualdad e injusticias sociales en Chile que no habíamos tomado una conciencia tan profunda, y cuando tú lo hablabas, siempre era algo como anecdótico, que no se tocaba con la profundidad. Si logramos canalizarlo correctamente en el cambio de las políticas públicas va a ser un gran éxito, y lo vamos a lograr seguramente no hoy, pero en 30 o 40 años más modificar la manera de vincularnos en la sociedad, por cómo llevamos adelante la educación, por cómo llevamos adelante la salud. Ese es un cambio cultural muy fuerte porque implica equilibrar los privilegios, y que no sean de uno, y para los que estamos en el 10% mas rico de la sociedad, que la gente no se considera en el 10%, pero la gran mayoría de los que tenemos un salario que nos permite vivir bien, estamos en el 10% no somos del 1% del 0.5 pero estamos en el 10%. Tenemos que entender que somos nosotros los gestores de la desigualdad, el 9% de los chilenos ganamos el promedio del PIB, en Portugal lo gana el 53%. Así, la concentración económica acá es muy alta, y eso lleva a que hay que modificar eso, y junto con ello, la manera de tratarnos entre nosotros .